domingo, 26 de marzo de 2017

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Ya nadie muere
de cuestiones fundamentales
sino de furias
mal cogidas
y de sobres con mensajes
guardados en el cajón
equivocado.
Durante el día
las furias y los sobres
duermen
sin soñar con nada útil,
y cuando se hartan
salen a tomar aire,
a fumar un faso, a rearmar
el desaliento de mañana.
A las once menos cuarto
de cada noche,
se encuentran con un fósforo
y celebran juntos
una hoguera
que no sabe cómo apagarse.


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