Insensible, dice.
De mí, eso dice.
No sabe que mi madre recuerda,
todavía
que me gustaba jugar
a envolver piedras
que guardaba después
en carteras viejas
y no las liberaba nunca.
Ahi viven, desde entonces,
pesando.
La caja abierta y cerrada de Schrodingër. Y lo que pasa por la neurona del gato mientras tanto.
De mí, eso dice.
No sabe que mi madre recuerda,
todavía
que me gustaba jugar
a envolver piedras
que guardaba después
en carteras viejas
y no las liberaba nunca.
Ahi viven, desde entonces,
pesando.
¿Cómo hacen los que ven belleza en todas partes
para que lo bello los encuentre despiertos
sin haber puesto ninguna alarma?
¿Cómo hacen
para coincidir en su cuadra, en su vereda
siempre bien parados, alertas,
siempre con los lentes limpios,
justo cuando pasa?